De la Ciencia al Arte: Un Viaje Personal
Tal vez algunos no sepan que estudié Bioanálisis, pero… ¿Cómo llegué a eso? Pues, todo empezó con un sueño infantil: quería ser el científico que clonaba dinosaurios, como en la película “Jurassic Park”. ¡No pana, imagínate, yo creando un T-Rex en pleno Caracas!
Durante mis estudios, me aventuré en el mundo del arte. Pasaba horas frente a la computadora, creando y tratando de emular a los grandes maestros. Frecuentaba la Biblioteca de la Universidad con la intención de estudiar para mis exámenes. Sin embargo, a menudo terminaba en la sala de Humanidades, leyendo sobre arte. Esa sala tenía un aire relajado que no encontraba en la de Ciencias. La gente allí parecía más tranquila, quizás porque algunos se habían echado un cigarrito antes… de cualquier manera, me sentía feliz. A veces, me distraía tanto con el arte que mi objetivo de aprobar los exámenes fracasaba sin vacilación.
Recuerdo especialmente a mediados de algún semestre. En un laboratorio donde el objetivo era identificar bacterias, no me estaba yendo muy bien. Tal vez mi profesora, al ver colmada su paciencia por mi falta de concentración, me dijo: “¿Estás seguro que quieres estudiar esto?… Creo que serías mejor en el arte”. Esa frase se convirtió en una de mis anécdotas favoritas para contar, pero también en una de las frases que más me han hecho reflexionar y dudar.
He tratado de encontrar un equilibrio. La ciencia me ha dado innumerables herramientas que sigo aplicando en el arte y en mi vida. De esos días de universidad, recuerdo tanto y con tanto cariño. Sé que fui contracorriente, pero no fue tan difícil porque encontré en las personas de ciencia el espaldarazo oportuno y necesario.
Gracias a todos mis profesores por dedicarme parte de su tiempo, a algunos el tiempo ya se les agotó. Mi viaje ha sido una fusión de ciencia y arte, y no puedo estar más agradecido por ello.
Yanel Sánchez / junio_2024
La Superficialidad en el Mundo del Arte: Una Experiencia Personal
Como artista, he tenido la oportunidad de ser invitado a numerosas inauguraciones de exposiciones, incluidas las mías. Sin embargo, desde el comienzo de mi carrera, estas escenas me aburrían enormemente. Lo que debería haber sido una celebración del arte, a menudo se transformaba en una alfombra roja para que la superficialidad de los asistentes se manifestara en sus mejores galas. El ego era otro componente que lograba identificar, incluso entre los colegas. Este comportamiento era algo nuevo para mí y me sorprendía la frecuencia con la que aparecía.
Creo que sigo siendo un romántico del arte, y en ese entonces lo era aún más, tal vez debido a mi inexperiencia. Sentí por mucho tiempo que no encajaba en ese ambiente. Para mí, lo importante era crear, no ver a personas querer posicionarse y forzar interacciones con el único fin de poder resaltar. Durante un tiempo, admito que intenté encajar en ese entorno, pero no pueden imaginar lo mucho que sufría siquiera vestirme para ir a esos eventos donde el arte increíblemente pasaba a segundo plano y lo que prevalecía era la superficialidad y el ego.
Quizás esos entornos me parecían extraños porque desde temprana edad mis incursiones en el arte se daban en un contexto distinto. Recuerdo con claridad cómo, siendo apenas un niño, iba con mi mamá a cualquiera de los maravillosos museos caraqueños, a ver y sentir a los grandes maestros del arte venezolano y mundial. Mis recuerdos están impregnados de la simpleza de un domingo en la tarde, vestido con ropa hecha por mi abuela y mis zapatos ortopédicos de turno, luego ir a Plaza Venezuela y comer perros calientes “con todo, por favor… y doble cebolla”. Esos contrastes entre la majestuosidad del arte y la cotidianidad de un perro callejero fueron forjando mi entendimiento del mundo y mi aprecio por las pequeñas y grandes experiencias que la vida nos ofrece.
Hoy comprendo que todos tenemos comportamientos superficiales en cierta medida. Aunque pueda haber perdido algunas oportunidades, descubrí que me siento más cómodo pasando un domingo en la tarde en mi propio espacio, creando, que asistiendo a una inauguración. La conexión con mi proceso creativo es lo que realmente aprecio, incluso ante las presiones externas del mundo artístico.
Yanel Sánchez / mayo_2024
El arte de lo inesperado
En una pequeña galería parisina, allá por el año 1917, un raro objeto desató un tremendo alboroto entre los críticos de arte y los curiosos. Resulta que Marcel Duchamp, un artista que estaba más loco que una cabra y famoso por su creatividad fuera de lo común, presentó una obra llamada “Fountain”. ¡Imagínate la sorpresa de todos cuando se dieron cuenta de que era un urinario de porcelana volteado al revés y firmado como “R. Mutt”! La gente se quedó en shock, preguntándose: “¿Será que este pana de verdad está llamando arte a esta vaina?”.
Duchamp, desde una esquina, veía todo el chisme con una sonrisa pícara. Para él, la magia estaba en haber agarrado ese objeto tan cotidiano y colocarlo en un contexto diferente, despojándolo de su función original y dándole un nuevo significado. Esa noche, el urinario de Duchamp no solo rompió con las normas tradicionales del arte, sino que también abrió la puerta a una nueva era de creatividad e innovación, retando a todos a repensar los límites de lo que podía ser considerado arte. ¡Chúpate esa mandarina!
Ahora sí, en un tono más serio. Hoy exploraré cómo la percepción y el entorno transforman la materialidad de los objetos ordinarios en obras de arte significativas.
Orígenes del Objeto como Arte
Marcel Duchamp y los Ready-mades
El concepto de objeto como arte fue introducido radicalmente por Marcel Duchamp a principios del siglo XX. Sus “ready-mades” seleccionaron objetos industriales y los presentaron como arte, cuestionando las nociones convencionales de creatividad y autoría. La obra “Fountain” (1917), un urinario firmado y fechado, es uno de los ejemplos más icónicos de cómo un objeto ordinario puede ser transfigurado en una obra de arte simplemente por su recontextualización y la intención del artista.
Impacto en el Arte Moderno
La introducción de los ready-mades no solo desafió las fronteras del arte, sino que también influyó profundamente en movimientos artísticos posteriores. El dadaísmo, el surrealismo y el arte conceptual tomaron el relevo, utilizando objetos cotidianos para explorar nuevas formas de expresión y significado.
Desarrollo y Evolución
Minimalismo y la Pureza de la Forma
Durante la década de 1960, el minimalismo llevó el concepto de objeto como arte a nuevos extremos. Artistas como Donald Judd y Robert Morris crearon obras que enfatizaban la pureza de la forma y la materialidad del objeto en sí mismo. Estas obras, a menudo desprovistas de cualquier representación, invitan a los espectadores a considerar la relación entre el espacio, la forma y la percepción. La simplicidad y la claridad de estos objetos desafiaban las expectativas del arte tradicional, destacando la esencia de los materiales y su disposición espacial.
Arte Conceptual y el Significado del Objeto
El arte conceptual continuó esta exploración al enfocarse en la idea o el concepto detrás de la obra más que en su ejecución material. Artistas como Sol LeWitt y Joseph Kosuth utilizaron objetos cotidianos para enfatizar que el verdadero arte reside en el concepto, no en el objeto físico. Kosuth, en su obra “One and Three Chairs” (1965), presenta una silla física, una fotografía de la silla y una definición de la silla, cuestionando qué constituye el objeto verdadero de arte.
El Objeto en el Arte Contemporáneo
Instalaciones y Recontextualización
En el arte contemporáneo, los objetos a menudo se recontextualizan en instalaciones y esculturas que desafían las fronteras entre el arte y la vida cotidiana. Damien Hirst, con sus vitrinas de objetos preservados, y Ai Weiwei, con sus instalaciones de objetos encontrados, utilizan objetos para hacer comentarios sociales y políticos. Estas obras amplían el significado y la función del arte, invitando a los espectadores a reflexionar sobre la cultura de consumo, la memoria y la identidad.
Nuevas Tecnologías y Materialidades
El arte digital y las nuevas tecnologías han expandido aún más la definición de objeto en el arte. Artistas como Jenny Holzer utilizan proyecciones y textos digitales para crear objetos efímeros que interactúan con el entorno de manera dinámica. Estas obras desafiantes reconsideran la permanencia y la tangibilidad del objeto de arte, sugiriendo nuevas formas de interacción y percepción.
El Impacto Sociocultural
El objeto como arte no solo ha influido en la estética y la teoría del arte, sino que también ha tenido un impacto significativo en la cultura popular y el pensamiento crítico. La capacidad de transformar objetos cotidianos en arte ha democratizado la percepción del arte, haciendo que sea más accesible y relevante para el público general. Además, ha fomentado un diálogo crítico sobre el consumo, la producción y el valor en la sociedad contemporánea.
En fin, es el contexto, la intención y la interacción del espectador lo que transforma un objeto ordinario en una obra de arte extraordinaria.
Referencias
– Gombrich, E. H. (1995). “The Story of Art.”
– Danto, A. C. (1981). “The Transfiguration of the Commonplace.”
– Foster, H., Krauss, R., Bois, Y.-A., & Buchloh, B. H. D. (2011). “Art Since 1900: Modernism, Antimodernism, Postmodernism.”
– Hopkins, D. (2000). “After Modern Art 1945-2000.”
Yanel Sánchez / mayo_2024
Querido amigo
Permíteme reflexionar contigo acerca de una idea que ha estado rondando en mi mente, relacionada con nuestra conversación de hace unos días. Imaginemos, por un momento, que somos obras de arte…
La valoración del arte es un asunto subjetivo, profundamente arraigado en los ojos que lo aprecian. Depende de lo que la obra hace sentir a aquellos que la admiran. Seguro te has dado cuenta de que algunas personas están dispuestas a pagar millones de dólares por una obra que otros apenas logran apreciar mínimamente. Es un fenómeno fascinante, complejo y que da pie a numerosas discusiones.
En ocasiones, nos encontramos con personas que no comprenden nuestro valor, que no aprecian la sustancia que llevamos dentro. Tal vez se deba a que no han sido capaces de ver más allá de las capas superficiales, o simplemente no han desarrollado la sensibilidad necesaria.
Recuerda siempre tu valía intrínseca como una obra de arte única. Aunque los demás puedan pasarla por alto, eso no significa que no exista. ¡Sigue siendo fiel a ti mismo mientras te permites crecer!.
Con cariño TOTAL,
Yanel Sánchez / julio_2023
Pseudo-Ensayo sobre el Arte… de Amar
El amor, en su esencia, puede ser entendido como un arte. Esta concepción, planteada por el filósofo Erich Fromm, sostiene que el amor no es simplemente un sentimiento, sino una práctica que demanda disciplina, concentración, paciencia, fe y la superación del narcisismo.
Mi primer encuentro con las ideas de Fromm se remonta a mi infancia. En la biblioteca de mi madre había tesoros y mucho polvo, y supongo que en una tarde de aburrimiento infantil tomé el libro y comencé a leerlo. El libro en cuestión era “El arte de amar”.
En aquel entonces, comprendía poco; sin embargo, hoy, cuando las canas en la barba están presentes, sigo sin comprenderlo… Pero aquí estoy, osadamente escribiendo sobre el tema y creyendo que el amante debe entregarse y cultivar constantemente su habilidad y conocimiento si pretende ser bueno en este maravilloso arte.
La disciplina implica cultivar la capacidad de escucha activa, comprender profundamente al otro y trabajar de manera constante en nuestro propio crecimiento personal. El amor genuino no se basa en impulsos momentáneos o sentimientos efímeros, sino en una elección consciente y en una práctica diaria.
La concentración, en un mundo lleno de distracciones y superficialidad, es esencial aprender a enfocar nuestra atención en la persona amada, estar plenamente presentes en cada interacción y valorar cada gesto de amor y cariño. Solo a través de la concentración podemos llegar a comprender y conocer verdaderamente a nuestra pareja.
La paciencia es otro aspecto fundamental. El amor demanda tiempo y esfuerzo para crecer y madurar. No podemos esperar resultados inmediatos o satisfacción instantánea. Debemos ser pacientes, permitiendo que el amor florezca a su propio ritmo y estar dispuestos a superar obstáculos y dificultades con calma y perseverancia.
La fe, no me refiero necesariamente a una fe religiosa, sino a una confianza en el potencial humano y en la capacidad de amar y ser amado. El amor implica creer en el proceso, en nosotros mismos y en el otro. Es tener fe en la posibilidad de establecer una conexión profunda y significativa que trascienda los límites del egoísmo y el narcisismo.
El narcisismo y su superación. El amor auténtico no se trata de buscar gratificación personal o de aferrarse al otro como una extensión de uno mismo, sino de reconocer y respetar la individualidad y la libertad del ser amado.
Tal vez continuará…
Yanel Sánchez / julio_2023
El arte de no pagar la cuenta en un restaurante
Hace tiempo escuché la frase “El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios… pero hay una cosa que no puede cambiar… no puede cambiar de pasión.” .
Al principio, me pareció una frase un tanto tópica y utópica, pero a medida que la fui reflexionando, descubrí que tenía mucha verdad. Yo mismo he cambiado muchas cosas en la vida, pero una cosa no ha variado… mi pasión.
A veces, la sociedad o las personas que nos rodean pueden ejercer presión para que sigamos caminos que no son los nuestros. Inculcan la idea que debemos buscar un trabajo “estable”, una casa amplia, un automóvil costoso, en fin, eso no significa que sea lo que realmente deseamos o lo que nos hace felices.
Es fundamental seguir nuestra pasión, aunque ello suponga enfrentarnos a dificultades o a un futuro incierto. Por tanto, no debemos conformarnos con lo que quiere dictar el mundo y en consecuencia perseguir aquello que te hace sentir vivo y realizado.
Un ejemplo de ello, es la anécdota del famoso artista español Salvador Dalí y su esposa Gala. Un día, fueron a un restaurante en París, llegó la hora de pagar la cuenta y en lugar de sacar la billetera, Dalí sacó un lápiz y firmó la factura; el camarero se quedó con cara de “¿qué está pasando aquí?” pero Dalí le explicó con una sonrisa: “mi firma vale más que el dinero, amigo”.
Este episodio, es un claro ejemplo de cómo una pasión bien cultivada puede valer más que el dinero o las posesiones materiales. Dalí siguió su pasión con tanta dedicación y confianza, que su firma es reconocida y valorada en todo el mundo.
La frase …”no puede cambiar de pasión” es un recordatorio que ella es parte integral de nuestra identidad, que debemos buscar, encontrar y seguir a toda costa.
… para finalizar “debes aceptar que morirás en cualquier momento Yanel Enrique”. La muerte es una realidad ineludible, el tiempo es valioso y debes aprovecharlo en las cosas que realmente importan, sé consciente del presente, no pospongas los sueños y metas para un futuro incierto.
¡Ya sabes, no muerdas el polvo sin antes dejar huella, buena huella!
Yanel Sánchez / febrero_2023
La mente detrás del arte / ¿Cómo superar la sequía creativa?
La sequía creativa es un término comúnmente utilizado para describir un período de tiempo en el cual un artista se siente bloqueado o incapaz de producir nuevo trabajo. A menudo, esto se debe a una falta de inspiración o motivación, y puede ser desesperante para aquellos que dependen de su creatividad para ganarse la vida.
Sin embargo, la sequía creativa no es algo que deba ser temido. En realidad, es una parte natural del proceso que puede ser vencido con paciencia. A continuación, te presento algunas estrategias que utilicé para superarla:
1. Tomar un descanso: A veces, simplemente tomarse un tiempo libre en la creación puede ayudar a despejar la mente y recargar las baterías.
2. Experimentar con nuevas técnicas o materiales: Cambiar el enfoque o probar algo nuevo puede romper la rutina y estimular la creatividad.
3. Buscar inspiración en la naturaleza o en otras artes: Pasear por el campo o visitar una exposición puede proporcionar una nueva perspectiva y favorecer el desbloqueo.
4. Colaborar con otros artistas puede generar nuevas ideas y proporcionar una perspectiva fresca y renovada.
5. Practicar la auto-compasión: Si te sientes congelado, es importante recordar que no estás solo y que muchos artistas experimentan sequías creativas de vez en cuando.
Existen diversas estrategias que pueden auxiliarnos; lo importante es no desesperarse, la inspiración y la motivación volverán.
La sequía creativa no solo tiene un impacto en el plano artístico, sino también en el emocional y psicológico. Por eso, es importante tener en cuenta algunas técnicas:
Una técnica psicológica que puede ser útil es la meditación. Ella puede ayudar a aumentar la concentración y la claridad mental, lo que puede facilitar la generación de nuevas ideas y su materialización.
Otra técnica psicológica puede ser la terapia cognitivo-conductual (TCC). Esta se enfoca en cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos que pueden contribuir a la sequía creativa. Por ejemplo, si un artista tiene pensamientos limitantes acerca de su habilidad, La TCC puede favorecer para reemplazarlos con otros más positivos y realistas.
La técnica de afrontamiento también puede ser ventajosa. Por ejemplo, el uso de un diario para expresar sentimientos y pensamientos relacionados con la sequía creativa puede ser útil para procesar y liberar las emociones negativas.
Otra técnica es utilizar el poder de la visualización. Imagina que eres un artista de renombre y que tu mente es una fábrica de ideas. ¡Verás cómo tu creatividad se desata!
Finalmente, es importante recordar que la sequía creativa no es algo permanente, sino temporal, y que con serenidad y perseverancia se puede superar. Sin embargo, si te sientes atrapado, te recomiendo buscar asistencia profesional quien podrá identificar las causas subyacentes y proporcionar estrategias para superarla.
Y si nada de lo anterior funciona, búscate una novia. No estoy diciendo que tener relaciones amorosas sea la solución a estos inconvenientes, pero !Es una excelente manera de distraerse y tener a alguien con quien compartir tus caídas y logros! Además, que te apoye y aliente en tus proyectos puede ser justo lo que necesitas para superar esa sequía creativa. Y si no funciona, al menos tendrás a alguien con quien ir al cine o tomar una cerveza. ¡No pierdes nada con intentarlo!
Yanel Sánchez / enero_2023